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“EL TURISTA EXIGE MÁS CALIDAD”
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El encabezamiento de este comentario no es de mi cosecha particular, es el titular con el que el diario de papel “Canarias7” encabeza su información sobre la apertura de la Feria del Turismo de Berlín (la ITB) en su sección de “Economía” del pasado día 8 de marzo, información que va acompañada de una fotografía a todo color de los responsables del turismo canario, incluido el presidente del Gobierno. Esta información, que a ojos de cualquier lector indolente puede pasar como un relato más sobre promoción turística, conlleva tres mensajes relevantes; a saber: A) “El turista exige más calidad”; B) “Cardona [consejero de Turismo del Cabildo y presidente del Patronato de Turismo grancanario] explicó que entre las prioridades está continuar con el proceso de renovación de la planta extrahotelera”; C) “Bermúdez [consejero de Turismo del Cabildo tinerfeño] declaró a ‘Efe’ que Tenerife no quiere tener más camas turísticas”). Estos tres mensajes son de una importancia de tal calibre que merecen y exigen un comentario sobre los mismos con la minuciosidad que permita el espacio que un periódico pueda dedicarle. Los comento por el orden antes expuesto:
A) En la convención de agencias de viajes independientes alemanas (la RTK) que se celebró en Gran Canaria en el mes de noviembre del pasado año, a la que asistieron 650 agentes alemanes, su presidente, Thomas Bosl, hizo unas declaraciones a la prensa, publicadas en la prensa local el día 21 de noviembre, dando a conocer lo que el mercado alemán pedía; transcribo sus palabras publicadas: “....la clave para la recuperación del mercado alemán está en ofrecer al turista alemán infraestructuras hoteleras de calidad”. La Feria de Turismo de Berlín, la ITB, a la que ha asistido la flor y nata de las autoridades turísticas de toda Canarias, incluido el presidente de nuestro Gobierno como ya he mencionado, ha venido a corroborar lo declarado por el señor Bosl de la RTK aquí en Gran Canaria y nuestras primeras autoridades turísticas han podido constatar ‘in situs’, a ‘pie de cantera’, que lo que pide el mercado turístico en general es calidad y es de suponer que nuestras autoridades hayan catado y asimilado ese mensaje en toda la dimensión de la importancia que para Canarias tiene, especialmente para Gran Canaria porque Tenerife lo ha tenido clarísimo desde comienzo de los años noventa.
B) En segundo lugar me ocupo del comentario que ha hecho en Berlín a los medios informativos el consejero de Turismo del Cabildo y presidente del Patronato de Gran Canaria, Juan José Cardona, en el que, entre otras cosas, aboga por la renovación de la planta extrahotelera obsoleta. Por pura lógica, no se puede estar en contra de que todo lo que esté obsoleto dentro de una zona turística que tanto significa para Gran Canaria, tanto en lo privado como en lo público, exige renovación si no se quiere correr el riesgo que contamine de cutrerío a todo su entorno, y si la mayor parte de la planta extrahotelera grancanaria está en esa situación, que lo está, lo sensato es que se anime a sus respectivos propietarios a que la renueven dándoles facilidades administrativas porque pasar de eso a expropiaciones, derribos u otras iniciativas extremas -que no pocos barajan- es pura falacia dentro de un Estado de Derecho como el que disfrutamos en España. Sólo expectativas de negocio empujará a sus propietarios a endeudarse y renovar sus complejos según estén esas expectativas alentadas por la demanda del mercado. A todo esto, el señor Cardona, como planificador de la estrategia comercial de la ‘cosa’ turística grancanaria, y el presidente del Cabildo, señor Soria, como máximo responsable en nuestra Isla de dicha ‘cosa’, quedan inexcusablemente emplazados a hacerse la siguiente pregunta: ¿qué exige el mercado? Ahí tenemos el titular sacado de la ITB berlinesa; no hace falta extenderse más sobre ello. Y ahora otra pregunta: ¿esa calidad que exige el mercado, con qué oferta de calidad pretende el Patronato de Turismo grancanario y el propio Cabildo hacer frente para hacerse merecedora de la demanda y poder contrarrestar la feroz competencia que representa Tenerife para nosotros, además del emergente Marruecos? ¿ Acaso con la renovación de las cien mil camas extrahoteleras obsoletas con que cuenta Gran Canaria? Supongamos que nos colocamos, en el mejor de los casos, en que se pudieran renovar esas cien mil camas extrahoteleras -‘misión’ de por sí imposible por diferentes razones que son de todos conocidas-, ¿entra en los cálculos del consejero de Turismo grancanario satisfacer la demanda de camas hoteleras de alta calidad que exige el mercado con camas extrahoteleras del año catapún renovadas? Milagros hay pero suele ser la Divinidad la que los haga, no cualquier mortal sobre la Tierra.
C) En cuanto al comentario del consejero de Turismo del Cabildo tinerfeño, José Manuel Bermúdez, puede resultar ser la piedra angular de todo esta ‘carajera’ que se tienen montada los políticos canarios a cuenta de la Ley de Directrices o Moratoria al crecimiento turístico. El señor Bermúdez ha dicho a Efe con una claridad meridiana que “Tenerife no quiere tener más camas turísticas”, declaración ésta que viene a confirmar que Tenerife ha alcanzado su techo -por ahora- en su oferta turística en camas de calidad, cosa que no debe extrañar a nadie ya que, según declaraciones del propio señor Bermúdez publicadas en fechas anteriores, Tenerife tiene una oferta de 160.000 camas hoteleras entre regladas y en vías de legalización, casi todas de última generación, precisamente esa calidad que, como han podido vivir las máximas autoridades turísticas canarias en la ITB de Berlín, exige el mercado. Por tanto, está dentro de la lógica y la defensa de sus intereses el postular por medio de ASHOTEL, con su dominante influencia en ATI, el que la Ley de Directrices o Moratoria sea prorrogada tres años más, o ‘sine die’ si con ello siguen protegiendo sus intereses por medio del bloqueo a la entrada de más camas de calidad en el mercado a través de otras islas que puedan significar una competencia seria para la venta de las suyas.
Así las cosas, podemos llegar en este comentario a la conclusión siguiente: si Tenerife con sus 160.000 camas hoteleras no quiere crecer más, muy bien. ¿dónde está el problema de la Moratoria entonces? La cosa es sencilla: una moratoria al crecimiento turístico para Tenerife y asunto resuelto. En ningún caso se les debe permitir que para proteger sus intereses impongan esa moratoria al crecimiento a las islas que no lo necesitan, como es el caso de Gran Canaria.
¿Y con relación a Gran Canaria, qué? Bueno, está demostrado que la pretensión de captar la demanda de calidad que exige el mercado a través de la renovación de las cien mil camas extrahoteleras obsoletas que tiene en oferta es una absoluta utopía y si se pretende que con las 53.000 camas hoteleras que Gran Canaria tiene en oferta, con un porcentaje elevado de las mismas de más de veinte años de antigüedad, pueda competir con éxito con nuestro mayor competidor, Tenerife, y con lo que nos viene encima desde Marruecos que en un quinquenio planean poner en el mercado 600.000 camas de la más alta calidad, es un verdadero disparate. Los políticos grancanarios, todos, no deben permitir bajo ningún concepto que en la Ley de Directrices o Moratoria, de volver a renovarse, sea incluida nuestra Isla y, de serlo a consecuencias de inevitables apaños políticos, los hoteles de cuatro y cinco estrellas tienen que quedar total y absolutamente excluidos de la Moratoria para Gran Canaria y, por supuesto, sólo sujetos al reglamento de dichas categorías y no condicionados a una serie de infraestructuras complementarias con las que sólo unos cuantos grandes promotores pueden cumplir. El PSC grancanario no debe excluirse a sí mismo de esta obligación para con Gran Canaria; ya va siendo hora de que ‘barran’ para su Isla como han hecho siempre y siguen haciéndolo sus homólogos de Tenerife.
Las Palmas de Gran Canaria, 11 de marzo del 2007-03-09
Daniel Garzón Luna
Mismo artículo con información gráfica y viñetas en mi página WEB de Google: http://danielgarzonluna.blogspot.com
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El encabezamiento de este comentario no es de mi cosecha particular, es el titular con el que el diario de papel “Canarias7” encabeza su información sobre la apertura de la Feria del Turismo de Berlín (la ITB) en su sección de “Economía” del pasado día 8 de marzo, información que va acompañada de una fotografía a todo color de los responsables del turismo canario, incluido el presidente del Gobierno. Esta información, que a ojos de cualquier lector indolente puede pasar como un relato más sobre promoción turística, conlleva tres mensajes relevantes; a saber: A) “El turista exige más calidad”; B) “Cardona [consejero de Turismo del Cabildo y presidente del Patronato de Turismo grancanario] explicó que entre las prioridades está continuar con el proceso de renovación de la planta extrahotelera”; C) “Bermúdez [consejero de Turismo del Cabildo tinerfeño] declaró a ‘Efe’ que Tenerife no quiere tener más camas turísticas”). Estos tres mensajes son de una importancia de tal calibre que merecen y exigen un comentario sobre los mismos con la minuciosidad que permita el espacio que un periódico pueda dedicarle. Los comento por el orden antes expuesto:
A) En la convención de agencias de viajes independientes alemanas (la RTK) que se celebró en Gran Canaria en el mes de noviembre del pasado año, a la que asistieron 650 agentes alemanes, su presidente, Thomas Bosl, hizo unas declaraciones a la prensa, publicadas en la prensa local el día 21 de noviembre, dando a conocer lo que el mercado alemán pedía; transcribo sus palabras publicadas: “....la clave para la recuperación del mercado alemán está en ofrecer al turista alemán infraestructuras hoteleras de calidad”. La Feria de Turismo de Berlín, la ITB, a la que ha asistido la flor y nata de las autoridades turísticas de toda Canarias, incluido el presidente de nuestro Gobierno como ya he mencionado, ha venido a corroborar lo declarado por el señor Bosl de la RTK aquí en Gran Canaria y nuestras primeras autoridades turísticas han podido constatar ‘in situs’, a ‘pie de cantera’, que lo que pide el mercado turístico en general es calidad y es de suponer que nuestras autoridades hayan catado y asimilado ese mensaje en toda la dimensión de la importancia que para Canarias tiene, especialmente para Gran Canaria porque Tenerife lo ha tenido clarísimo desde comienzo de los años noventa.
B) En segundo lugar me ocupo del comentario que ha hecho en Berlín a los medios informativos el consejero de Turismo del Cabildo y presidente del Patronato de Gran Canaria, Juan José Cardona, en el que, entre otras cosas, aboga por la renovación de la planta extrahotelera obsoleta. Por pura lógica, no se puede estar en contra de que todo lo que esté obsoleto dentro de una zona turística que tanto significa para Gran Canaria, tanto en lo privado como en lo público, exige renovación si no se quiere correr el riesgo que contamine de cutrerío a todo su entorno, y si la mayor parte de la planta extrahotelera grancanaria está en esa situación, que lo está, lo sensato es que se anime a sus respectivos propietarios a que la renueven dándoles facilidades administrativas porque pasar de eso a expropiaciones, derribos u otras iniciativas extremas -que no pocos barajan- es pura falacia dentro de un Estado de Derecho como el que disfrutamos en España. Sólo expectativas de negocio empujará a sus propietarios a endeudarse y renovar sus complejos según estén esas expectativas alentadas por la demanda del mercado. A todo esto, el señor Cardona, como planificador de la estrategia comercial de la ‘cosa’ turística grancanaria, y el presidente del Cabildo, señor Soria, como máximo responsable en nuestra Isla de dicha ‘cosa’, quedan inexcusablemente emplazados a hacerse la siguiente pregunta: ¿qué exige el mercado? Ahí tenemos el titular sacado de la ITB berlinesa; no hace falta extenderse más sobre ello. Y ahora otra pregunta: ¿esa calidad que exige el mercado, con qué oferta de calidad pretende el Patronato de Turismo grancanario y el propio Cabildo hacer frente para hacerse merecedora de la demanda y poder contrarrestar la feroz competencia que representa Tenerife para nosotros, además del emergente Marruecos? ¿ Acaso con la renovación de las cien mil camas extrahoteleras obsoletas con que cuenta Gran Canaria? Supongamos que nos colocamos, en el mejor de los casos, en que se pudieran renovar esas cien mil camas extrahoteleras -‘misión’ de por sí imposible por diferentes razones que son de todos conocidas-, ¿entra en los cálculos del consejero de Turismo grancanario satisfacer la demanda de camas hoteleras de alta calidad que exige el mercado con camas extrahoteleras del año catapún renovadas? Milagros hay pero suele ser la Divinidad la que los haga, no cualquier mortal sobre la Tierra.
C) En cuanto al comentario del consejero de Turismo del Cabildo tinerfeño, José Manuel Bermúdez, puede resultar ser la piedra angular de todo esta ‘carajera’ que se tienen montada los políticos canarios a cuenta de la Ley de Directrices o Moratoria al crecimiento turístico. El señor Bermúdez ha dicho a Efe con una claridad meridiana que “Tenerife no quiere tener más camas turísticas”, declaración ésta que viene a confirmar que Tenerife ha alcanzado su techo -por ahora- en su oferta turística en camas de calidad, cosa que no debe extrañar a nadie ya que, según declaraciones del propio señor Bermúdez publicadas en fechas anteriores, Tenerife tiene una oferta de 160.000 camas hoteleras entre regladas y en vías de legalización, casi todas de última generación, precisamente esa calidad que, como han podido vivir las máximas autoridades turísticas canarias en la ITB de Berlín, exige el mercado. Por tanto, está dentro de la lógica y la defensa de sus intereses el postular por medio de ASHOTEL, con su dominante influencia en ATI, el que la Ley de Directrices o Moratoria sea prorrogada tres años más, o ‘sine die’ si con ello siguen protegiendo sus intereses por medio del bloqueo a la entrada de más camas de calidad en el mercado a través de otras islas que puedan significar una competencia seria para la venta de las suyas.
Así las cosas, podemos llegar en este comentario a la conclusión siguiente: si Tenerife con sus 160.000 camas hoteleras no quiere crecer más, muy bien. ¿dónde está el problema de la Moratoria entonces? La cosa es sencilla: una moratoria al crecimiento turístico para Tenerife y asunto resuelto. En ningún caso se les debe permitir que para proteger sus intereses impongan esa moratoria al crecimiento a las islas que no lo necesitan, como es el caso de Gran Canaria.
¿Y con relación a Gran Canaria, qué? Bueno, está demostrado que la pretensión de captar la demanda de calidad que exige el mercado a través de la renovación de las cien mil camas extrahoteleras obsoletas que tiene en oferta es una absoluta utopía y si se pretende que con las 53.000 camas hoteleras que Gran Canaria tiene en oferta, con un porcentaje elevado de las mismas de más de veinte años de antigüedad, pueda competir con éxito con nuestro mayor competidor, Tenerife, y con lo que nos viene encima desde Marruecos que en un quinquenio planean poner en el mercado 600.000 camas de la más alta calidad, es un verdadero disparate. Los políticos grancanarios, todos, no deben permitir bajo ningún concepto que en la Ley de Directrices o Moratoria, de volver a renovarse, sea incluida nuestra Isla y, de serlo a consecuencias de inevitables apaños políticos, los hoteles de cuatro y cinco estrellas tienen que quedar total y absolutamente excluidos de la Moratoria para Gran Canaria y, por supuesto, sólo sujetos al reglamento de dichas categorías y no condicionados a una serie de infraestructuras complementarias con las que sólo unos cuantos grandes promotores pueden cumplir. El PSC grancanario no debe excluirse a sí mismo de esta obligación para con Gran Canaria; ya va siendo hora de que ‘barran’ para su Isla como han hecho siempre y siguen haciéndolo sus homólogos de Tenerife.
Las Palmas de Gran Canaria, 11 de marzo del 2007-03-09
Daniel Garzón Luna
Mismo artículo con información gráfica y viñetas en mi página WEB de Google: http://danielgarzonluna.blogspot.com