EL PP Y LA LEY DE DIRECTRICES: RECTIFICAR ES DE SABIOS
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Es bien sabido que la Ley de Directrices, la llamada Moratoria al crecimiento turístico, fue aprobada por unanimidad por nuestro Parlamento el 14 de abril del 2003. El Partido Popular, al igual que todos los demás partidos políticos canarios, también dio su voto favorable a dicha Ley, contradiciéndose a sí mismo en sus postulados liberales en defensa de la libertad de la libre empresa dentro de la economía de libre mercado que impera en el contexto occidental al que pertenecemos. Ha lugar a mencionar que, aunque el Partido Popular se hubiese opuesto a la aprobación de dicha Ley, ésta habría salido adelante pues contaba con los votos de CC, impulsora de la Ley, y del PSC, que habrían sido suficientes para su aprobación. La aprobación por unanimidad de esta Ley motivó mi artículo sobre la misma “FORJADORES DE MISERIAS” publicado en el periódico digital “Canariasahora.com” el día 24 de noviembre del 2005.
Así, de esta manera, en abril del 2003 se vino a congelar por ley nuestro crecimiento económico en el sector del turismo que representa ni más ni menos que el 80% de nuestra vida económica, viniendo esta Ley a prolongar la congelación de licencias para establecimientos turísticos que, en lo que a Gran Canaria se refiere, ya se venía arrastrando desde el año 2001, sin entrar en detalles de la pasada odisea que vivieron los promotores grancanarios con la implantación del desafortunado PIOT de 1995 que condicionó su crecimiento hotelero desde el año 1992 durante su redacción con la congelación de licencias, PIOT que terminó en el cubo de la basura por sentencia del Supremo; no obstante, el daño originado al crecimiento hotelero de calidad en Gran Canaria fue un hecho y quedó consumado.
El Partido Popular grancanario, que posiblemente diera su voto afirmativo a la Ley de Directrices o Moratoria turística por consideración a sus miembros de Tenerife que, bien por intereses propios o bien por no quedarse solos ante el ímpetu con que ATI introdujo la necesidad -para los intereses de su Isla, claro- de imponer una congelación del crecimiento turístico, su subió al tren del populismo ante la inminencia de las elecciones en mayo. Ese ‘tren’, al que se subieron todos los partidos políticos grancanarios bajo la batuta de ATI, ha resultado llevar a Gran Canaria exactamente a la situación en que se encuentra al día de hoy: pérdida de hegemonía en los mercados turísticos europeos; imposibilidad de competir con éxito, ya de por siempre, con nuestro mayor competidor, Tenerife. (Prueba fehaciente: en el año 2006 Tenerife recibió 5.444.288 turistas, mientras Gran Canaria recibió 3.300.000, 2.144.287 menos que la isla hermana) y deterioro en su imagen turística de muy difícil recuperación
Este panorama desolador en que está sumida nuestra oferta turística ya se vislumbraba en el 2003 y el Partido Popular la asumió sin complejos años más tarde de ser aprobada dicha Ley haciendo público por boca de su presidente, José Manuel Soria, que la Ley de Directrices había sido un graso error y que el PP, el partido por él presidido, había errado al dar su voto afirmativo cuando fue aprobada por el Parlamento.
Al día de hoy, con la información y los datos irrefutables disponibles, la Ley de Directrices o Moratoria turística está catalogada como un descomunal fracaso, una “chapuza monumental” como apuntaba en sus declaraciones a la prensa José Carlos Mauricio, declaraciones publicadas en la página 30 de “La Provincia/Diario de Las Palmas” en su edición del día 14 de los corrientes. También en este día 14 el diario “Canarias7” publica en su página 15 unas declaraciones del presidente del PP, José Manuel Soria, en las que hace público que su partido incluirá en su programa electoral la derogación de la directriz que obliga al Parlamento a aprobar proyectos turísticos, dejando libertad a los proyectos hoteleros de cuatro y cinco estrellas, si en las próximas elecciones las urnas le dan en el próximo mes de mayo la potestad de Gobernar Canarias, siendo ésta una de sus primeras actuaciones gubernamentales al hacerse cargo del Gobierno, ratificándose con estas declaraciones a otras pronunciadas por él en distintas ocasiones anteriores en el mismo sentido, como ya antes mencioné.
Es de suponer que no entrarán en esa línea de revisión de lo mal hecho otros partidos del arco parlamentario, como pudiera ser el CC tinerfeño en su núcleo duro, verdaderos propulsores de la, para Gran Canaria, fatídica Ley de Directrices. Tampoco se les espera en esta ‘mea culpa’ a los icánicos grancanarios de CC, quienes, numantinamente, siguen negando lo evidente y propagando las ‘excelencias’ de dicha Ley y, ¡cómo no!, buscando en el actual Gobierno las culpas de su estrepitoso fracaso y de que la planta obsoleta de Playa del Inglés siga sin renovarse. Seguro que siguen pensando que el ‘interès general’ obliga al Gobierno de turno a rehabilitar a cargo del erario público propiedades de gentes que han hecho su negocio y que, por falta de demanda o por las razones que sean, ahora le corresponde al ‘interes general’ el apechugar con la puesta al día de una planta extrahotelera obsoleta que, ni renovada ni por renovar, ya nadie con medios económicos moderados elige para pasar sus vacaciones, ni siquiera si se las ofrecieran gratis. Otra cosa es que las Administraciones se vuelquen en el cuido del entorno que eso sí es de sus competencias y llevan demasiado tiempo pasando olímpicamente de esas inexcusables obligaciones como puede ser, por citar un ejemplo, la fumigación en el período de incubación de los huevos de mosquitos del entorno de la charca de Maspalomas, porque cuando hacen acto de presencia las ‘escuadrillas’ de mosquitos los hoteles de lujo de la zona pierden de una a dos estrellas, según sus respectivas proximidades del ‘aeropuerto’ emisor de tales ‘escuadrillas’.
En lo que al PSC grancanario se refiere, que por su importancia merece un párrafo aparte, ha tenido en sus manos, de haber actuado en armonía con el PP en los temas básicos de nuestra Isla, su evolución económica positiva, pero tal vez consideró de más rentabilidad política el meterle el dedo en el ojo al PP y retorcerlo hasta sacárselo antes que el trabajar conjuntamente por un desarrollo y crecimiento económico que habría resultado beneficioso para todos los que compartimos el destino de Gran Canaria.
Conclusión final: ‘chapó’ al PP por esa valentía política asumiendo públicamente un error cometido en la aprobación de una ley que ha tenido resultados nefastos para Gran Canaria y su resoluta decisión de derogarla si obtiene en las urnas el mandato de gobernar Canarias.
Las Palmas de Gran Canaria, 15 de abril de 2007.
Daniel Garzón Luna
El mismo artículo con ilustración gráfica lo podrán ver en mis páginas WEB de GOOGLE: http://danielgarzonluna.blogspot.com/ y MSN: http://zxcvbn14.spaces.live.com/,
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Es bien sabido que la Ley de Directrices, la llamada Moratoria al crecimiento turístico, fue aprobada por unanimidad por nuestro Parlamento el 14 de abril del 2003. El Partido Popular, al igual que todos los demás partidos políticos canarios, también dio su voto favorable a dicha Ley, contradiciéndose a sí mismo en sus postulados liberales en defensa de la libertad de la libre empresa dentro de la economía de libre mercado que impera en el contexto occidental al que pertenecemos. Ha lugar a mencionar que, aunque el Partido Popular se hubiese opuesto a la aprobación de dicha Ley, ésta habría salido adelante pues contaba con los votos de CC, impulsora de la Ley, y del PSC, que habrían sido suficientes para su aprobación. La aprobación por unanimidad de esta Ley motivó mi artículo sobre la misma “FORJADORES DE MISERIAS” publicado en el periódico digital “Canariasahora.com” el día 24 de noviembre del 2005.
Así, de esta manera, en abril del 2003 se vino a congelar por ley nuestro crecimiento económico en el sector del turismo que representa ni más ni menos que el 80% de nuestra vida económica, viniendo esta Ley a prolongar la congelación de licencias para establecimientos turísticos que, en lo que a Gran Canaria se refiere, ya se venía arrastrando desde el año 2001, sin entrar en detalles de la pasada odisea que vivieron los promotores grancanarios con la implantación del desafortunado PIOT de 1995 que condicionó su crecimiento hotelero desde el año 1992 durante su redacción con la congelación de licencias, PIOT que terminó en el cubo de la basura por sentencia del Supremo; no obstante, el daño originado al crecimiento hotelero de calidad en Gran Canaria fue un hecho y quedó consumado.
El Partido Popular grancanario, que posiblemente diera su voto afirmativo a la Ley de Directrices o Moratoria turística por consideración a sus miembros de Tenerife que, bien por intereses propios o bien por no quedarse solos ante el ímpetu con que ATI introdujo la necesidad -para los intereses de su Isla, claro- de imponer una congelación del crecimiento turístico, su subió al tren del populismo ante la inminencia de las elecciones en mayo. Ese ‘tren’, al que se subieron todos los partidos políticos grancanarios bajo la batuta de ATI, ha resultado llevar a Gran Canaria exactamente a la situación en que se encuentra al día de hoy: pérdida de hegemonía en los mercados turísticos europeos; imposibilidad de competir con éxito, ya de por siempre, con nuestro mayor competidor, Tenerife. (Prueba fehaciente: en el año 2006 Tenerife recibió 5.444.288 turistas, mientras Gran Canaria recibió 3.300.000, 2.144.287 menos que la isla hermana) y deterioro en su imagen turística de muy difícil recuperación
Este panorama desolador en que está sumida nuestra oferta turística ya se vislumbraba en el 2003 y el Partido Popular la asumió sin complejos años más tarde de ser aprobada dicha Ley haciendo público por boca de su presidente, José Manuel Soria, que la Ley de Directrices había sido un graso error y que el PP, el partido por él presidido, había errado al dar su voto afirmativo cuando fue aprobada por el Parlamento.
Al día de hoy, con la información y los datos irrefutables disponibles, la Ley de Directrices o Moratoria turística está catalogada como un descomunal fracaso, una “chapuza monumental” como apuntaba en sus declaraciones a la prensa José Carlos Mauricio, declaraciones publicadas en la página 30 de “La Provincia/Diario de Las Palmas” en su edición del día 14 de los corrientes. También en este día 14 el diario “Canarias7” publica en su página 15 unas declaraciones del presidente del PP, José Manuel Soria, en las que hace público que su partido incluirá en su programa electoral la derogación de la directriz que obliga al Parlamento a aprobar proyectos turísticos, dejando libertad a los proyectos hoteleros de cuatro y cinco estrellas, si en las próximas elecciones las urnas le dan en el próximo mes de mayo la potestad de Gobernar Canarias, siendo ésta una de sus primeras actuaciones gubernamentales al hacerse cargo del Gobierno, ratificándose con estas declaraciones a otras pronunciadas por él en distintas ocasiones anteriores en el mismo sentido, como ya antes mencioné.
Es de suponer que no entrarán en esa línea de revisión de lo mal hecho otros partidos del arco parlamentario, como pudiera ser el CC tinerfeño en su núcleo duro, verdaderos propulsores de la, para Gran Canaria, fatídica Ley de Directrices. Tampoco se les espera en esta ‘mea culpa’ a los icánicos grancanarios de CC, quienes, numantinamente, siguen negando lo evidente y propagando las ‘excelencias’ de dicha Ley y, ¡cómo no!, buscando en el actual Gobierno las culpas de su estrepitoso fracaso y de que la planta obsoleta de Playa del Inglés siga sin renovarse. Seguro que siguen pensando que el ‘interès general’ obliga al Gobierno de turno a rehabilitar a cargo del erario público propiedades de gentes que han hecho su negocio y que, por falta de demanda o por las razones que sean, ahora le corresponde al ‘interes general’ el apechugar con la puesta al día de una planta extrahotelera obsoleta que, ni renovada ni por renovar, ya nadie con medios económicos moderados elige para pasar sus vacaciones, ni siquiera si se las ofrecieran gratis. Otra cosa es que las Administraciones se vuelquen en el cuido del entorno que eso sí es de sus competencias y llevan demasiado tiempo pasando olímpicamente de esas inexcusables obligaciones como puede ser, por citar un ejemplo, la fumigación en el período de incubación de los huevos de mosquitos del entorno de la charca de Maspalomas, porque cuando hacen acto de presencia las ‘escuadrillas’ de mosquitos los hoteles de lujo de la zona pierden de una a dos estrellas, según sus respectivas proximidades del ‘aeropuerto’ emisor de tales ‘escuadrillas’.
En lo que al PSC grancanario se refiere, que por su importancia merece un párrafo aparte, ha tenido en sus manos, de haber actuado en armonía con el PP en los temas básicos de nuestra Isla, su evolución económica positiva, pero tal vez consideró de más rentabilidad política el meterle el dedo en el ojo al PP y retorcerlo hasta sacárselo antes que el trabajar conjuntamente por un desarrollo y crecimiento económico que habría resultado beneficioso para todos los que compartimos el destino de Gran Canaria.
Conclusión final: ‘chapó’ al PP por esa valentía política asumiendo públicamente un error cometido en la aprobación de una ley que ha tenido resultados nefastos para Gran Canaria y su resoluta decisión de derogarla si obtiene en las urnas el mandato de gobernar Canarias.
Las Palmas de Gran Canaria, 15 de abril de 2007.
Daniel Garzón Luna
El mismo artículo con ilustración gráfica lo podrán ver en mis páginas WEB de GOOGLE: http://danielgarzonluna.blogspot.com/ y MSN: http://zxcvbn14.spaces.live.com/,