A CUENTO DE LA OPINIÓN DEL ALCALDE SAAVEDRA SOBRE
EL INTERVENCIONISMO SOBRE EL SUELO
A CUENTO DE LA OPINIÓN DEL ALCALDE SAAVEDRA SOBRE EL INTERVENCIONISMO SOBRE EL SUELO
El pasado domingo, 24 de enero, el Canarias7 publicó unos comentarios del alcalde Gerónimo Saavedra sobre los efectos perniciosos que el intervencionismo de los sucesivos gobiernos canarios sobre el desarrollo del suelo ha producido en la economía de Gran Canaria y, por consiguiente, en el bienestar de su ciudadanía de la cual unas 80.000 personas se encuentran ya censadas en las listas del paro. El señor Saavedra dijo, entre otras cosas, lo siguiente:
“Aquí todo el mundo ha querido hacer su pequeña ley, su pequeña moratoria, sus medidas urgentes….Hemos hecho una red que espanta al que viene a invertir en Canarias hoy, sea en industria, sea en turismo, sea en nuevas energías. Es terrorífico. O aprovechamos la crisis para ponernos de acuerdo todas las administraciones, o Canarias va a tener un futuro bastante complicado. Apelo al sentido común porque no se puede seguir con que el cabildo tenga que hacer 14 planes insulares y que los ayuntamientos tengamos que esperar para dar una licencia a que el cabildo haya concluido el plan correspondiente, eso no es una administración moderna, para eso no queríamos la autonomía, queríamos un autogobierno eficaz para los ciudadanos”.
Ahí queda eso; más claro agua. No creo que a alguien se le ocurra pedirlo más menudo para cachimba. Aquí tenemos el criterio de un político del PSOE, que no es un empresario precisamente aunque sí tiene a sus espaldas lo que exige la gestión de una ciudad como Las Palmas de G.C., que no es peccata minuta precisamente, que, en contra de lo que postula y practica casi la totalidad de la masa gris de su partido, llama las cosas por su nombre y dice con claridad meridiana que Gran Canaria está inmersa y acogotada por una burocracia impuesta por el intervencionismo del Gobierno canario, amplificada, irresponsablemente, por el Cabildo de la Isla que tiene totalmente bloqueado todo posible desarrollo y, por tanto, su crecimiento económico, la generación de riqueza y la creación de puestos de trabajo. ¿Que la crisis económica de Occidente tiene su influencia negativa sobre nuestro crecimiento económico? Claro que sí, sin la menor de las dudas pero los efectos de esta crisis han sobrevenido a la crisis que nosotros ya nos habíamos montado aquí alegremente de la mano de políticos ‘expertos’ en mercados turísticos, economía, diplomados en ‘tiralíneas’ a mano alzada sobre la propiedad privada y ‘protección’ del suelo ajeno que, con una alegría que roza lo irracional, han ‘empapelado’ la Isla en las dos últimas décadas de tal manera que ya es prácticamente imposible el programar en tiempo y forma la más mínima inversión en Gran Canaria si ello tiene algo que ver con licencias administrativas que, por pura lógica, es un requisito casi generalizado.
En contra de lo que algunos quieren hacernos creer, esta situación de páramo y desánimo no la ha traído la crisis internacional; es una crisis de nuestra propia cosecha. Lo que sí ha traído la crisis económica internacional es el magnífico ‘alibí’ que políticos y altos funcionarios que han tenido que ver con la congelación de nuestro crecimiento económico desde hace dos décadas han encontrado en dicha crisis para justificar sus respectivos fracasos en planificar de forma racional y coherente el desarrollo económico de la Isla que no es precisamente el intervencionismo y dictado al mundo empresarial de lo que tiene que hacer y cuando lo tiene que hacer, pues esta política es la que nos ha llevado a la deplorable situación de regresión y estancamiento de la actividad económica que reina en Gran Canaria y la pérdida de liderazgo en los mercados de turismo de invierno que ya es imposible recuperar. Leyes como la de Medidas Urgentes que condiciona -por citar un ejemplo del contenido de la Ley- a que un hotel de nuevo corte tenga que ser hotel-escuela, de una categoría superior a las cinco estrellas --[se suscita la pregunta: ¿Quién se ocupa de crear el entorno en consonancia con esa categoría? ¿También el inversor?]-, el diez por ciento de las camas para estudiantes, a construir en un tiempo predeterminado de tres años y un etc. etc. suplementario son condicionantes que demuestran hasta qué punto nuestros legisladores han perdido el Norte, piensan que Canarias es el ombligo del mundo y han perdido toda realidad del mundo en el que nos movemos y nos rodea en el que, hoy por hoy, lo básico, lo fundamental, lo apremiante, lo más importante en definitiva es crear puestos de trabajo.
Por tanto, lo que Saavedra ha dicho es lo que más de uno de nuestros dirigentes sabe y opina pero el ir contra-corriente no es ‘saludable’ para mantener la poltrona, por lo que callan y otorgan como quedó demostrado cuando en el mes de abril de 2003 nuestro Parlamento se hizo el haraquiri aprobando por unanimidad la fatídica Ley de Directrices o Moratoria turística, un verdadero suicidio económico y turístico que, para más inri, fue reemplazada en mayo del 2009 por el adefesio de la Ley de Medidas Urgentes, más de lo mismo o aún peor pero con el agravante de haber sido aprobada en plena crisis económica internacional, momento y situación más que excepcional para que nuestro Gobierno y Parlamento se hubiesen estado ‘quietos’ en materia legislativa sobre el suelo con bloqueo continuado del desarrollo turístico y dejar al mercado la posibilidad de coger oxígeno y de reajustarse por sí mismo. En este caso esta ley no fue aprobada por unanimidad ya que las izquierdas ‘progres’ de siempre, especialmente el PSOE canario, no se montaron al ‘carro’ en la aprobación de esta prolongación del intervencionismo del Gobierno en el desarrollo económico, no porque vieran la ley demasiado restrictiva para alentar la inversión en un momento de crisis profunda sino porque querían más intervencionismo todavía, más dificultades para actuar sobre la única fuente sobre la que se puede generar riqueza en Canarias en la actualidad: EL SUELO. Resulta difícil de comprender que partidos de izquierdas, especialmente el que ostenta la “O” de “Obrero” en sus siglas, se distancien tanto del objetivo básico que debería ser el bienestar de la clase trabajadora, especialmente, que pasa, ineludiblemente, por un puesto de trabajo. Eso no se consigue más que con un crecimiento económico continuado que sólo es posible si se dan las condiciones positivas de confianza y seguridad jurídica para que el que tiene dinero lo exponga e invierta, condiciones que, hoy por hoy, y desde hace muchos años, no se dan en Gran Canaria.
Sí, no hay la menor duda que Saavedra sabe lo que dice, no solamente porque es viejo sino porque es Saavedra y, además de ser socialista, tiene conceptos realistas sobre la dramática situación de penuria en que se encuentra casi el 50% de la población grancanaria porque no olvidemos que cada uno de los 80.000 parados de los ciudadanos grancanarios en las listas del paro tiene detrás de sí un mínimode dos personas más, , por término medio, y, sobre todo, porque es muy consciente que el inmovilismo que postulan y ejercitan casi todos los partidos políticos canarios, también su partido socialista, el PSC, está a años luz del concepto de desarrollo continuado y progreso que exige cualquier sociedad sobre el planeta para generar empleo, especialmente en los días que corren que sólo facilitando la iniciativa privada y, como él acentúa en sus declaraciones, removiendo burocracia se podrá remontar la situación de desconcierto que reina en el mundo empresarial grancanario en la actualidad y se comience a generar riqueza. Es imposible tomar en serio partidos políticos que postulan y practican un intervencionismo fundamentalista adobado con un inmovilismo irracional cuando están en puestos decisorios y, por otro lado, se colocan la etiqueta de progresistas y se les llena la boca de palabras huecas, sumergiéndose en megaproyectos que nada tienen que ver con la realidad que es, hoy por hoy, dar de comer al hambriento, que no son pocos precisamente. Se supone que progresismo viene de progreso y que progreso es caminar hacia adelante, exactamente lo que ha hecho la humanidad desde que tiene dotes racionales y precisamente por eso hoy podemos jactarnos de saber leer y escribir, aunque no pocos en el ‘machito’ demuestran con sus actuaciones que de leer poquísimo, a juzgar por lo poco que parecen saber de lo que está pasando ‘ahí fuera’
Quiero concluir apostillando que Gran Canaria necesita políticos valientes de la talla de Saavedra que la vuelvan a encarrilar por la senda del crecimiento económico; las banderas políticas en las que militen esos políticos no tiene la más mínima importancia si en ellos anida la determinación de apoyar toda decisión política que sea beneficiosa para Gran Canaria. El zancadillear debe ser erradicado en las decisiones que afecten el resurgimiento económico de nuestra isla. Lo de “al enemigo ni agua” sigue siendo válido en política pero si con ello se deja a Gran Canaria ‘seca’ no será válido bajo ningún concepto. Tomen buena nota de ello los que practican la política de “tierra quemada” sin recapacitar que la tierra que se está quedando yerma es la de Gran Canaria y nadie, absolutamente nadie por muchos votos que tenga en su haber conferidos por las urnas, tiene derecho a condenar ‘sine díe’ a Gran Canaria a la postración en que se encuentra actualmente.
Mismo comentario con información gráfica en mi página web: http://danielgarzonluna.blogspot.com/
Las Palmas de Gran Canaria, 25 de enero de 2010.
Daniel Garzón Luna
El pasado domingo, 24 de enero, el Canarias7 publicó unos comentarios del alcalde Gerónimo Saavedra sobre los efectos perniciosos que el intervencionismo de los sucesivos gobiernos canarios sobre el desarrollo del suelo ha producido en la economía de Gran Canaria y, por consiguiente, en el bienestar de su ciudadanía de la cual unas 80.000 personas se encuentran ya censadas en las listas del paro. El señor Saavedra dijo, entre otras cosas, lo siguiente:
“Aquí todo el mundo ha querido hacer su pequeña ley, su pequeña moratoria, sus medidas urgentes….Hemos hecho una red que espanta al que viene a invertir en Canarias hoy, sea en industria, sea en turismo, sea en nuevas energías. Es terrorífico. O aprovechamos la crisis para ponernos de acuerdo todas las administraciones, o Canarias va a tener un futuro bastante complicado. Apelo al sentido común porque no se puede seguir con que el cabildo tenga que hacer 14 planes insulares y que los ayuntamientos tengamos que esperar para dar una licencia a que el cabildo haya concluido el plan correspondiente, eso no es una administración moderna, para eso no queríamos la autonomía, queríamos un autogobierno eficaz para los ciudadanos”.
Ahí queda eso; más claro agua. No creo que a alguien se le ocurra pedirlo más menudo para cachimba. Aquí tenemos el criterio de un político del PSOE, que no es un empresario precisamente aunque sí tiene a sus espaldas lo que exige la gestión de una ciudad como Las Palmas de G.C., que no es peccata minuta precisamente, que, en contra de lo que postula y practica casi la totalidad de la masa gris de su partido, llama las cosas por su nombre y dice con claridad meridiana que Gran Canaria está inmersa y acogotada por una burocracia impuesta por el intervencionismo del Gobierno canario, amplificada, irresponsablemente, por el Cabildo de la Isla que tiene totalmente bloqueado todo posible desarrollo y, por tanto, su crecimiento económico, la generación de riqueza y la creación de puestos de trabajo. ¿Que la crisis económica de Occidente tiene su influencia negativa sobre nuestro crecimiento económico? Claro que sí, sin la menor de las dudas pero los efectos de esta crisis han sobrevenido a la crisis que nosotros ya nos habíamos montado aquí alegremente de la mano de políticos ‘expertos’ en mercados turísticos, economía, diplomados en ‘tiralíneas’ a mano alzada sobre la propiedad privada y ‘protección’ del suelo ajeno que, con una alegría que roza lo irracional, han ‘empapelado’ la Isla en las dos últimas décadas de tal manera que ya es prácticamente imposible el programar en tiempo y forma la más mínima inversión en Gran Canaria si ello tiene algo que ver con licencias administrativas que, por pura lógica, es un requisito casi generalizado.
En contra de lo que algunos quieren hacernos creer, esta situación de páramo y desánimo no la ha traído la crisis internacional; es una crisis de nuestra propia cosecha. Lo que sí ha traído la crisis económica internacional es el magnífico ‘alibí’ que políticos y altos funcionarios que han tenido que ver con la congelación de nuestro crecimiento económico desde hace dos décadas han encontrado en dicha crisis para justificar sus respectivos fracasos en planificar de forma racional y coherente el desarrollo económico de la Isla que no es precisamente el intervencionismo y dictado al mundo empresarial de lo que tiene que hacer y cuando lo tiene que hacer, pues esta política es la que nos ha llevado a la deplorable situación de regresión y estancamiento de la actividad económica que reina en Gran Canaria y la pérdida de liderazgo en los mercados de turismo de invierno que ya es imposible recuperar. Leyes como la de Medidas Urgentes que condiciona -por citar un ejemplo del contenido de la Ley- a que un hotel de nuevo corte tenga que ser hotel-escuela, de una categoría superior a las cinco estrellas --[se suscita la pregunta: ¿Quién se ocupa de crear el entorno en consonancia con esa categoría? ¿También el inversor?]-, el diez por ciento de las camas para estudiantes, a construir en un tiempo predeterminado de tres años y un etc. etc. suplementario son condicionantes que demuestran hasta qué punto nuestros legisladores han perdido el Norte, piensan que Canarias es el ombligo del mundo y han perdido toda realidad del mundo en el que nos movemos y nos rodea en el que, hoy por hoy, lo básico, lo fundamental, lo apremiante, lo más importante en definitiva es crear puestos de trabajo.
Por tanto, lo que Saavedra ha dicho es lo que más de uno de nuestros dirigentes sabe y opina pero el ir contra-corriente no es ‘saludable’ para mantener la poltrona, por lo que callan y otorgan como quedó demostrado cuando en el mes de abril de 2003 nuestro Parlamento se hizo el haraquiri aprobando por unanimidad la fatídica Ley de Directrices o Moratoria turística, un verdadero suicidio económico y turístico que, para más inri, fue reemplazada en mayo del 2009 por el adefesio de la Ley de Medidas Urgentes, más de lo mismo o aún peor pero con el agravante de haber sido aprobada en plena crisis económica internacional, momento y situación más que excepcional para que nuestro Gobierno y Parlamento se hubiesen estado ‘quietos’ en materia legislativa sobre el suelo con bloqueo continuado del desarrollo turístico y dejar al mercado la posibilidad de coger oxígeno y de reajustarse por sí mismo. En este caso esta ley no fue aprobada por unanimidad ya que las izquierdas ‘progres’ de siempre, especialmente el PSOE canario, no se montaron al ‘carro’ en la aprobación de esta prolongación del intervencionismo del Gobierno en el desarrollo económico, no porque vieran la ley demasiado restrictiva para alentar la inversión en un momento de crisis profunda sino porque querían más intervencionismo todavía, más dificultades para actuar sobre la única fuente sobre la que se puede generar riqueza en Canarias en la actualidad: EL SUELO. Resulta difícil de comprender que partidos de izquierdas, especialmente el que ostenta la “O” de “Obrero” en sus siglas, se distancien tanto del objetivo básico que debería ser el bienestar de la clase trabajadora, especialmente, que pasa, ineludiblemente, por un puesto de trabajo. Eso no se consigue más que con un crecimiento económico continuado que sólo es posible si se dan las condiciones positivas de confianza y seguridad jurídica para que el que tiene dinero lo exponga e invierta, condiciones que, hoy por hoy, y desde hace muchos años, no se dan en Gran Canaria.
Sí, no hay la menor duda que Saavedra sabe lo que dice, no solamente porque es viejo sino porque es Saavedra y, además de ser socialista, tiene conceptos realistas sobre la dramática situación de penuria en que se encuentra casi el 50% de la población grancanaria porque no olvidemos que cada uno de los 80.000 parados de los ciudadanos grancanarios en las listas del paro tiene detrás de sí un mínimode dos personas más, , por término medio, y, sobre todo, porque es muy consciente que el inmovilismo que postulan y ejercitan casi todos los partidos políticos canarios, también su partido socialista, el PSC, está a años luz del concepto de desarrollo continuado y progreso que exige cualquier sociedad sobre el planeta para generar empleo, especialmente en los días que corren que sólo facilitando la iniciativa privada y, como él acentúa en sus declaraciones, removiendo burocracia se podrá remontar la situación de desconcierto que reina en el mundo empresarial grancanario en la actualidad y se comience a generar riqueza. Es imposible tomar en serio partidos políticos que postulan y practican un intervencionismo fundamentalista adobado con un inmovilismo irracional cuando están en puestos decisorios y, por otro lado, se colocan la etiqueta de progresistas y se les llena la boca de palabras huecas, sumergiéndose en megaproyectos que nada tienen que ver con la realidad que es, hoy por hoy, dar de comer al hambriento, que no son pocos precisamente. Se supone que progresismo viene de progreso y que progreso es caminar hacia adelante, exactamente lo que ha hecho la humanidad desde que tiene dotes racionales y precisamente por eso hoy podemos jactarnos de saber leer y escribir, aunque no pocos en el ‘machito’ demuestran con sus actuaciones que de leer poquísimo, a juzgar por lo poco que parecen saber de lo que está pasando ‘ahí fuera’
Quiero concluir apostillando que Gran Canaria necesita políticos valientes de la talla de Saavedra que la vuelvan a encarrilar por la senda del crecimiento económico; las banderas políticas en las que militen esos políticos no tiene la más mínima importancia si en ellos anida la determinación de apoyar toda decisión política que sea beneficiosa para Gran Canaria. El zancadillear debe ser erradicado en las decisiones que afecten el resurgimiento económico de nuestra isla. Lo de “al enemigo ni agua” sigue siendo válido en política pero si con ello se deja a Gran Canaria ‘seca’ no será válido bajo ningún concepto. Tomen buena nota de ello los que practican la política de “tierra quemada” sin recapacitar que la tierra que se está quedando yerma es la de Gran Canaria y nadie, absolutamente nadie por muchos votos que tenga en su haber conferidos por las urnas, tiene derecho a condenar ‘sine díe’ a Gran Canaria a la postración en que se encuentra actualmente.
Mismo comentario con información gráfica en mi página web: http://danielgarzonluna.blogspot.com/
Las Palmas de Gran Canaria, 25 de enero de 2010.
Daniel Garzón Luna