GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA (b)

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miércoles, 16 de abril de 2014

GIBRALTAR Y SUS AGUAS 'SOBERANAS'

14/04/2014 133elconfidencialdigital.com

Gibraltar va a asaltar los buques españoles que “invadan” sus aguas

Un representante político del Peñón pide refuerzos a Londres ante las tensiones que van a surgir

Gibraltar quiere ir un paso más allá en su respuesta a las “invasiones” de buques españoles y patrulleras de la Guardia Civil. Entre sus intenciones declaradas se encuentra el asalto a cualquier embarcación –militar o civil- que se introduzca en lo que consideran aguas soberanas.

GIBRALTAR Y SUS AGUAS 'SOBERANAS'

El encabeza de este post corresponde al diario digital "elconfidencialdigital.com" de fecha 14 de los corrientes y su titular es un reflejo fiel de la situación que se vive en estos momentos en la Bahía de Algeciras. (Ver aquí el cuerpo del artículo).

Desde tiempos inmemoriales repito en este blog que la ligereza e irresponsabilidad con que las altas autoridades españolas repiten una y otra vez que España exige a Gran Bretaña la devolución de la soberanía sobre Gibraltar tenía que traer, en el momento preciso, -que no sería otro sino en el que España se encontrara con el agua al cuello con problemas internos, como es el caso actual- muy serias consecuencia para España y para sus relaciones con Gran Bretaña con el contencioso de Gibraltar. Nuestros dirigentes, de los que no se puede excluir ni uno solo de los ministros de Asuntos Exteriores que han pasado desde el comienzo de la democracia en España por el Palacio de Santa Cruz, han repetido una y otra vez hasta la saciedad en todos los foros a que ha habido lugar que España reclama a Gran Bretaña la devolución de la soberanía sobre Gibraltar.

Durante la etapa de Aznar como presidente del Gobierno de España se llegó incluso a negociar la instauración de una soberanía compartida, negociaciones en las que no era la titular de la soberanía de la Plaza, España, la que generosamente cedía la mitad de su soberanía sobre la misma a Gran Bretaña sino todo lo contrario, es decir, se le mendigaba a Gran Bretaña que cediese la mitad de la soberanía sobre el Peñón a España, creándose un nuevo Gibraltar de soberanía compartida. Es decir, se aceptaba como un hecho que Gran Bretaña era titular de la soberanía sobre Gibraltar. ¡Inaudito! ¡Días grandes y memorables para los hijos de la "pérfida Albion"! Sin duda inaudito, pero en las páginas de la historia de Gibraltar, llena de despropósitos por parte de la diplomacia española como, por ejemplo, el 'affaire' del tal Moratinos, también se encuentra este disparate calificado irrisoriamente como una de las etapas brillantes de la diplomacia española para recuperar Gibraltar.Todo lo que se consiguió en la farsa británica de las negociaciones de la soberanía compartida fue que Gran Bretaña consiguiera involucrarnos políticamente en la guerra de Irak.

Craso error, descomunal error por parte de nuestros dirigentes esa machacona insistencia en la petición de devolución de la soberanía sobre Gibraltar. Nadie con 'mando en plaza' parece haberse tomado en serio la lectura desde la "A" hasta la "Z" de lo que dice el Tratado de Utrecht con relación a la soberanía que es, ni más ni menos, que NADA, sí, absolutamente NADA sobre cesión de soberanía. El citado Tratado no hace ni una sola vez la mención de la palabra "SOBERANÍA" a cualquier efecto en ninguna parte. Lo que sí dice, y esta es la razón por la que Gran Bretaña sigue manteniendo su presencia en el Peñón, además de por su superioridad militar sobre España como argumento básico, es que España transfiere la propiedad de la Plaza de Gibraltar a Gran Bretaña para que la disfrute "para siempre", palabra que no significa "soberanía" y no lleva inherente los derechos sobre el suelo/subsuelo, cielo y mar que corresponden a la soberanía; se mire en el diccionario que se quiera mirar, tanto en el de don Miguel de Cervantes Saavedra como en el de su tocayo en la muerte don Guillermo Saquespeare, si no le fue transferida la disposición soberana sobre la plaza en el fatídico Tratado, ni en ningún otro tratado, acuerdo o componenda política a lo largo de los 300 años de usurpación del Peñón, que venga el lumbrera de turno en la materia "Gibraltar" en las altas esferas y explique de dónde se han sacado los altos dirigentes españoles que Gran Bretaña ostenta la soberanía sobre el Peñón. Ruego a ese entendido en la materia salga de donde se encuentre y dé las razones y, además, convenza con datos y hechos estampados en negro sobre blanco, como pudiera ser un apaño político secreto si lo hubiere, que Gran Bretaña no sólo es propietaria de la Plaza de Gibraltar sino que, además y sobre todo, que ostenta el derecho de soberanía sobre la misma.

Huelga el decir que es válido como argumento contundente que Gran Bretaña mantiene su presencia en el Peñón por cañones, y hay que admitir la realidad del hecho; no obstante, los cañones, al igual que los tuvo muy bien colocados España en tiempos imperiales, no da soberanía y si dicha soberanía no se tiene legítimamente por transmisión voluntaria, o forzada incluso, lo que existe es una usurpación respaldada por el peso de las armas por lo que es poder sujeto al factor tiempo, mientras que lo otro, la soberanía, perdura hasta que se hace cesión de ella o es arrebatada por la fuerza. No ha habido cesión de la soberanía a Gran Bretaña sobre Gibraltar por parte de España nunca, y, consecuentemente, España es hoy tan soberana de su territorio de la Plaza de Gibraltar como lo fue el mismísimo día anterior a la firma del Tratado de Utrecht. (Sigo estando deseando que alguien me demuestre con hechos escrito sobre papel que no es así). El que dirigentes españoles torpes, muy torpes, hayan dado pábulo a Gran Bretaña para creerse depositaria de la soberanía sobre Gibraltar es un hecho irrefutable porque ahí están las consecuencias de esa creencia escenificado en el comportamiento del alcalde de Gibraltar y su claque en sus acometidas contra todo lo español en la Bahía de Algeciras, que, no obstante el atrevimiento, no da legitimidad a Gran Bretaña a hacer valer derechos de soberanía sobre la plaza.(Ver post "LONDRES YA HABLA DE SOBERANÍA")

Como ya he mencionado en el primer párrafo de este escrito, he escrito mucho, más bien 'gritado', sobre la irresponsabilidad de nuestras autoridades en lo relativo a la aceptación de la soberanía de Gran Bretaña sobre Gibraltar. (Ver post 11/2010 a este respecto) Esta falta de aceptar la realidad de que España nunca cedió la soberanía de la Plaza a Gran Bretaña y, por tanto, no ha lugar a reclamar la devolución de algo que nunca se le cedió sino la devolución de la propiedad, está teniendo en los últimos años muy graves consecuencias en las aguas que circundan el Peñón, que son todas españolas, y últimamente, como informa el diario digital "El Confidencial" del pasado día 14, la 'cosa' ha llegado al extremo que el alcalde del Peñón, supuestamente teledirigido desde Londres, ha hecho público que ha pedido permiso a Londres para asaltar (abordar) cualquier embarcación española, tanto si es barco común como si es patrullera de la Guardia Civil, que se adentre en 'sus' aguas.

Como es bien sabido por todos los juristas internacionales sobre derecho marítimo (Ver post sobre derecho marítimo), ningún territorio tiene jurisdicción marítima sobre las aguas que lo circundan o bañan sus costas si no es soberano, es decir, que Gibraltar sea propiedad de Gran Bretaña para siempre, de acuerdo con el mentado Tratado de Utrecht, no le da el mínimo derecho sobre sus aguas porque no ostenta su soberanía, quedando su jurisdicción marítima limitada a las aguas del puerto por así estipularlo el citado Tratado; no obstante, ¡atención al parche en lo relativo a las aguas del puerto! Estamos hablando de las aguas del puerto de la época, es decir, del embarcadero que existía en 1713, una 'bañera', que no el puerto receptor de trasatlánticos que han edificado por la cara y la permisividad de las autoridades españolas.

En pocas palabras para que nos entendamos: Si no hay soberanía sobre la Plaza de Gibraltar por parte de Gran Bretaña, y no la hay porque nunca le fue transferida por España, no hay, ni puede haber, derecho marítimo alguno sobre sus aguas, su cielo y su subsuelo. Gran Bretaña, por medio del alcalde teledirigido de Gibraltar, está pretendiendo -y consiguiendo, según los acontecimientos, por cañones y la ayuda escenificada de submarinos atómicos- imponer derechos marítimos sobre las aguas españolas del Peñón que sólo pueden ser inherentes a un Peñón que disfrute de soberanía británica y este no es el caso.

Así las cosas, todo apunta a que la Gran Bretaña, aprovechando -como le ha sido habitual a lo largo de toda su Historia en el contexto de Gibraltar y en otros a lo largo y ancho del globo- una situación más de debilidad española a consecuencia de los problemas de identidad nacional que la aquejan, parece haber decidido, desempolvando sus procedimientos coloniales, aprovechar la ocasión pues " la pintan calva" y está creando el clima propicio en las aguas de la Bahía de Algeciras para que se produzca una confrontación armada entre la marina inglesa y la española que justifique el imponer por la vía de la fuerza y los hechos consumados su dominio en las aguas españolas que circundan Gibraltar, todo ello en el más rancio contexto de las otrora conquistas coloniales.

Cabe reseñar que en toda esta posible inmersión bélica, con un tufillo a programada que tira de espaldas, cuenta con la utilización del desaprensivo e incondicional alcalde de Gibraltar, súbdito fiel seguidor de lo programado, que un día sí y el otro también está centrado en provocar un enfrentamiento entre la marina inglesa y la española, muy ocupada esta última por cierto en cazar piratas en el Cuerno de África donde nativos abordan (asaltan) y secuestran a mercantes y tripulaciones de cualquier bandera para obligar a a sus armadores a pagar importantes 'multas' (rescates) por usurpar 'sus' aguas del Cabo.

No deja de ser un interrogante cuál sería la postura de nuestros socios de la OTAN si en ese posible enfrentamiento entre las armadas de España y Gran Bretaña, que parece ser buscado con descaro desde Gibraltar o ¿por Gran Bretaña?, tendría España el apoyo y respaldo sin fisuras de sus socios de la OTAN, incluido por supuesto el del 'hermano mayor' de Gran Bretaña, sobre todo teniendo en cuenta que España acaba de aceptar que la Base Aeronaval de Rota se convierta en centro de defensa antimisiles transcontinentales, el arma por excelencia de la guerra del futuro por su adaptación al transporte de cabezas nucleares, y que, consecuentemente, sería blanco a batir y 'planchar' por un hipotético enemigo de Occidente, todo ello en beneficio de la Alianza y de los países que la conforman y en cumplimiento de sus compromisos con la misma.

Es de esperar que en el 'lío' bélico que se vislumbra se está buscando en las aguas españolas de la Bahía de Algeciras al no mandar callar Gran Bretaña al alcalde de su colonia en su verborrea y actos provocativos, España no esté sola y entremos en comisiones 'arregla nada' una vez nuestra marina haya sido arrollada por la supremacía británica en la Bahía de Algeciras y Gran Bretaña haya impuesto su hegemonía en las aguas españolas como hechos consumados. Esperemos lo mejor de nuestros socios en la OTAN, de la UE y de que Gran Bretaña asuma que los tratados se hacen para cumplirlos y que lo que no conste en el tratado, como es en este caso la soberanía y los derechos que le son inherentes, no pueden ser conseguidos e incorporados a posteriori por razones de supremacía militar.

Las Palmas de Gran Canaria, 15 de abril de 2014. Daniel Garzón Luna