GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA (b)

GRAN CANARIA EN SU ENCRUCIJADA (b)

viernes, 2 de noviembre de 2007

LA NAVE DEL TURISMO GRANCANARIO: EMBARRANCAMIENTO ANUNCIADO (y X)





























LA NAVE DEL TURISMO GRANCANARIO: EMBARRANCAMIENTO ANUNCIADO (y X)
MOBILIARIO URBANO EN PLAYA DEL INGLÉS
Cuando se habla de la operación de puesta al día de la zona turística del Sur se habla de rehabilitación y en el caso del mobiliario urbano de Playa del Inglés no se puede hablar de rehabilitación sino de habilitación puesto que no hay mobiliario urbano alguno que merezca tal nombre y el que hay es puramente testimonial; por tanto aquí tenemos una ciudad eminentemente turística de unos 15 Kms. cuadrados (Telde, la segunda ciudad de Gran Canaria, tiene 32 Kms. 2), con una población de unos 130.000 habitantes entre población flotante que pernocta y suministradores de servicios, que sólo tiene un par de docenas de bancos situados entre el Parque Tropical y la Kasbah, además de algún que otro en el trozo de paseo marítimo desde el Parque Tropical hasta el Hotel Dunamar; todo lo demás en las vías públicas, incluido el paseo marítimo desde el Hotel Sahara Playa hasta el Hotel Rio Palace, son hormigón, cemento, anuncios de uno u otro signo, papeleras, señales de tráfico y los árboles que, aunque fueron plantados diminutos hace unos veinticinco años, ya han alcanzado la ‘mayoría de edad’ y ornamentan algo; ¡menos da una piedra! Esto quiere decir que un turista que se aloje en un establecimiento en las cercanías del Yumbo, por ejemplo, si se le apetece pasear desde su alojamiento hasta el mirador de la bajada al Campo Internacional no tiene absolutamente ningún banco donde sentarse, ni a cobrar aliento ni a recrearse ni a soñar despierto; esto es extrapolable a toda, o casi toda la Playa del Inglés. ¿Consecuencias de este panorama inhóspito de asfalto y hormigón de todos los viales de la ciudad turística? Pues simplemente que el turista no pasea por Playa del Inglés, no disfruta de su entorno porque el entorno no da pie para ello; el turista camina y va a sitios pero no pasea; no es frecuente la imagen de turistas paseando indolentemente por las amplias vías de las últimas fases de Playa del Inglés o charlando sentados en un banco, factores más que chocantes si consideramos que en tiempos de alta ocupación pueden estar alojadas cien mil personas en la urbanización y que casi todas han venido para disfrutar del clima y del aire libre.
El lector tal vez se pregunte: ¿qué más da que paseen o no paseen por la urbanización, si lo importante es que sigan viniendo? Aquí está el quid de la cuestión: lo importante es que sigan viniendo, pero la realidad es que hemos dejado de tener garantizada esa afluencia y, por tanto, hay que reconducir la situación y orientarla de forma que ofrezcamos al visitante, además de nuestro clima que es el mejor del mundo avalado por instituciones internacionales como la OMS entre ellas, cosas tan simples y por descontado como son escaleras mecánicas y ascensores para bajar y subir de la playa, guaguas urbanas para desplazarse sin destino fijo por toda la zona turística y pueblos aledaños, y, entre otras ‘minucias’, bancos, lo que nunca, nunca, debe faltar en una urbanización turística donde la gente está ociosa y viene a relajarse; ¡bancos por doquier!; el camina o revienta ‘luterano’ no es de aplicación en una inmensa ciudad turística; sólo el pensar que después de casi cuarenta años que comenzó la explotación turística de Playa del Inglés al día de hoy haya que dar un toque de atención sobre la ausencia de bancos en la inmensa urbanización, una ciudad con todas las de la ley, parece cosa de otra galaxia.
Y bien, ¿Cuál podría ser la solución a esta situación de déficit de mobiliario urbano en Playa del Inglés? Podemos decir que la falta de bancos no es la causa por sí sola que ha motivado la regresión de la demanda en el mercado turístico de Playa del Inglés, como tampoco ninguna de las otras motivaciones por separado enumeradas en el párrafo anterior, pero sí podemos asegurar que las antes citadas y otras no citadas sí lo han motivado y es la enfermedad que la aqueja y a la que hay que buscarle cura, por tanto, en lo que a la solución para la situación actual en que se encuentra el mobiliario urbano de la zona turística se refiere, especialmente en Playa del Inglés, voy a aventurarme a sugerir lo siguiente:
Según me cuentan, las arcas del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana no están muy boyantes precisamente pues la gran parte de los ingresos se van en gastos de personal, por lo tanto, como es un problema de todos el que Playa del Inglés recobre sus constantes vitales, y dado que tenemos el mas fiel aliado que nunca nos deja tirado que es el clima, podemos afrontar la situación con optimismo ya que, a juzgar por los mensajes que salen casi a diario de los órganos rectores del Cabildo, hay justificadas razones para este optimismo y tener confianza en que asuntos tan ‘baladíes’ como es ‘vestir’ las calles de la ciudad turística Playa del Inglés, que lleva ‘impúdicamente desnuda’ casi cuarenta años, tanto en lo concerniente a la habilitación de bancos como al ornato de macetones con flores perennes y de una misma flor para cada calle, tengan una inmediata solución dado que el llevarla a efecto no implica más proyecto -caso que fuese necesario- que el que corresponda hacer a un arquitecto o decorador de exteriores, aprobación del pertinente presupuesto por la Comisión de Gobierno del Consistorio, por el Cabildo y, a renglón seguido, petición a la consejera de Turismo del Gobierno autónomo para que libere los veinte millones de euros aún pendientes de invertir de la asignación al municipio de San Bartolomé de Tirajana dentro del Plan de Inversión en Infraestructuras Turísticas correspondiente al período 2001/2006, millones que están a la espera de proyectos para su adjudicación, según las repetidas declaraciones a la prensa de la señora consejera. No hace falta más parafernalia burocrática para que esos dineros tengan una aplicación justificadísima y de inmediata repercusión en la imagen de los exteriores de Playa del Inglés. Nos quedaríamos con la boca abierta si pudiéramos ver la cantidad de turistas enamorados que se harían fotos en ese entorno de bancos y flores y que se llevarían como recuerdo de Playa del Inglés. ¿Utopía? No, de ninguna manera; lo acaba de hacer público el vicepresidente del Cabildo: “TURISMO: LA HORA DE ACTUAR” (La Provincia/Diario de Las Palmas de 28-10-2007), así es que, ¡manos a la obra! y a liberar esas perras para bancos y macetones, para comenzar, para toda Playa del Inglés, El Veril, Las Flores y San Agustín.
Con relación a lo que aportará el Ayuntamiento a esta operación como mayor ‘doliente’, es de esperar que, si el Gobierno y Cabildo le ‘visten’ las calles, que se ocupe del mantenimiento y riego como es debido y no tengan que ir otra vez ‘los bomberos’ dentro de unos años con un ‘plan de choque’ a plantar nuevas flores y reparar y pintar bancos cargados de mugre. Además, en lo que a la confección de la lista de necesidades ‘bancarias’ se refiere, hay una exigencia de la ciudadanía que es de ‘obligado cumplimiento’: dos docenas de bancos para el pueblo de San Fernando para que sus viejos, los que han hecho posible con su trabajo a lo largo de muchos años el que Playa del Inglés dé hoy en día de comer a media Isla, tengan bancos donde sentarse y no tengan que esperar turno apoyados en un bastón a que se quede libre una plaza en el único banco existente en el vecindario. En segundo lugar, y referente a lo más valorado por nuestros visitante, la limpieza, ha lugar a llamar la atención sobre la acumulación de basuras en el palmeral que está enfrente del restaurante “La Viuda de Franco” pues cientos de turistas que allí cogen la guagua diariamente para ir a Puerto Rico la cogerán con mejor ánimo si no tienen que llevarse ‘archivado’ la imagen de deterioro y dejadez que representa ese escaparate de basuras . Para quitar basuras no hacen falta proyectos ni aprobaciones camerales previas de ningún tipo.
Por supuesto que puede ocurrir que a la hora de la verdad los dineros para bancos no aparezcan por ninguna parte, bien porque falte la firma de la consejera porque pueda estar de vacaciones en Lanzarote o porque falte una firma de Tenerife, en cuyo caso siempre queda la posibilidad de recurrir al patrocinio de proveedores de la zona turística o a turoperadores con calles que lleven sus nombres pues dudo mucho que no estén dispuestos a financiar bancos para vestirlas si se les coloca sus respectivos logotipos y hay compromiso de restaurarlos si el desaprensivo vandalismo los destruyera.
Sería un paso de gigante que las próximas Navidades la zona turística, especialmente Playa del Inglés, reciba a nuestros visitantes con un buen ‘traje’ en todas sus calles y avenidas.
Las Palmas de Gran Canaria, 2 de noviembre de 2007-
PRÓXIMO ‘CAPÍTULO’ (XI): REGENERACIÓN DE PLAYAS DE LA ZONA TURISTICA SUREÑA
Daniel Garzón Luna
Mismo artículo con imagen en mis páginas Web: http://danielgarzonluna@terra.es/, y http://zxcvbn14.spaces.live.com/,

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